No voy hacer una crónica del acto de proclamación del Nazareno como Regidor Perpetuo de La Isla, entre otras cosas porque los compañeros de la prensa hicieron un excelente trabajo en el que de forma exhaustiva y pormenorizada dieron buena cuenta de tal nombramiento, como hizo el gran periodista Antonio Atienza con su magnifico reportaje publicado en Información San Fernando que podéis leer através de este enlace. Solo decir que fue un evento brillante, al que tuve el honor de asistir al ser invitado por el Alcalde de la ciudad, muy bien organizado.Lo que si quiero resaltar es la inconmensurable labor que desarrolló Manolo Casal, al que se le confió la moderación-presentación del acto. El gran trabajo ejercido por Casal puso de manifiesto sus, ya más que constatados, dotes de presentador que este gran profesional de la comunicación demuestra cada vez que se pone delante de una cámara de televisión o ante un micrófono. El acto en si mismo fue todo un acontecimiento porque se desarrolló en medio de una gran emotividad por lo que supone El Nazareno para La Isla, pero la conducción de Manolo Casal supuso un acicate añadido para que ese evento tuviese mucha mas expectación, si cabe. Pues la intervención de Manolo en esos momentos precisos con sus voz calidad y agradable pronunciando esas palabras improvisadas pero precisas, categóricas, exactas, justas, verdaderas… adecuada a cada porción de tiempo en los que se iba desarrollando la ceremonia, hizo vibrar a un publico entregado que disfrutó segundo a segundo.
Las palabras de bienvenida que Manolo Casal le dedicó al Nazareno, cuando este iniciaba tímidamente su aparición en la Plaza del Rey, cuyo texto escribió el mismo, recogían todo el sentir popular que cada cañailla –creyentes y no creyentes– guardamos en lo más profundo de nuestra alma, aunque alguno ese sentir no lo manifiesten o no lo quieran manifestar porque El Nazareno de La Isla es algo más que un símbolo religioso…
Estas fueron sus palabras:
“Hola Jesús, amigo, qué bueno que viniste, qué bueno que estés aquí, delante de tu pueblo, de tu gente, lejos de la oscuridad de la madrugá, brillando imponente en la luz de este reino de luz que es tu Isla. Mi querido Jesús, que llevas la cruz mirando pal cielo, que guardas en tu pelo la rebelión infinita del viento, que te mueves al paso del ciempiés de mi infancia grabado a fuego en la retina de aquel niño que te descubrió desde un cierro de la Plazuela. Bienvenido padre mío, hermano mío, amigo mío.
Te hablo en nombre del pueblo al que llegaste en un baúl abandonado, en nombre de las generaciones que encontraron la paz en tu mirada, en tu pelo, en tus andares. Ven despacito, no tengas bulla.
Te hablo en nombre de quienes ven en tu cara la cara de Dios. Tu eres Dios en La Isla, Jesús de las salinas, Nazareno del Levante, Jesús de Las Cortes de la primera constitución de hombres libres, Dios de los militares con galones y sin galones, Jesús de los diques navales, Nazareno camaronero, Jesús del bienmesabe y de todas las especies de nuestro rico mar, Nazareno de la hora oficial y de las estrellas observadas, Dios de todas las cosas, de todas nuestras cosas, esas que tú has ayudado a que se conviertan en los símbolos de la identidad isleña.
No corras Jesús, tranquilo, andandito, deja que te hable desde abajo Paquito la Titi, que haga de eco David Batista, que conteste Joaqui Lizana.
Te hablo en nombre de los cañaillas de los últimos 3 siglos, de los muertos y de los vivos, de los mentirosos y de los honrados, de los envidiosos y los generosos, de los falsos y de los leales, porque todos somos parte de tu Belén natal, de tu Jerusalem criminal, detestables y adorables a un tiempo, sencillamente humanos, pero reconocemos en ti un liderazgo isleño único. Un líder que influye en la vida de la gente, que consigue que se le siga por sus ideas, que reanima corazones rotos, cabezas deprimidas, que sabe ser amigo sin decirlo, que escucha sin pedir nada a cambio. Ese eres tú, generoso infinito.
Ven, pasito a pasito, a la cuesta de la gloria. Que te trae Miguel Angel Cruceira de capataz y en el palo invisible que no está pero se siente te cargan “In Memoriam” Cristóbal Valle, Fernando Vela, Julio Ramos, Carmelo Oliva y Ricardo Muiño.
Hoy te queremos devolver, por aclamación popular y sufragio universal por los votos del amor, la emoción y los poros de la piel cañailla que adoptaste, lo que has hecho por nosotros durante cientos de años, nada más y nada menos que ponernos de acuerdo en algo, ayudar a llegar hasta hoy, reunirnos en torno a tu iglesia y a tu plaza cada año como una familia gigante que no vive, que no respira sin ver a su padre.
Jesús, ha llegado el día en el que tu pueblo te proclama Regidor con el adjetivo de Perpetuo, que quiere decir, por los siglos de los siglos, amén.
Ven a mí, ven a nosotros, sube a ocupar tu lugar en el cielo de La Isla, Jesús Nazareno”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario